lunes, 1 de febrero de 2010

Incómodos ascensores

¿Por qué nos incomodará tanto compartir ascensor? No sé por qué es, pero cuando entro por el portal y veo que un vecino va a entrar detrás, no puedo evitar salir casi corriendo hacia el ascensor, meterme e intentar cerrar la puerta con fuerza mientras le doy al botón del 12. Todo ello para no compartirlo.
Cuando se comparte ascensor, el ambiente se carga de tensión de repente y se empiezan a oír carraspeos, a ver miradas huidizas y tímidas sonrisitas falsas que terminan muy pronto. Y entonces silencio. Silencio mientras se escudriña la pared del ascensor (porque, claro, es interesantísima) y maldices a la relatividad por hacer que parezca que la ascensión nunca termina. Casi se oyen los tic-tacs de los relojes. Y, por fin, se llega al piso deseado: más carraspeos y tímidas sonrisas a modo de despedida.
Esto, si te toca un vecino decente. Cuando toca subir con el vecino charlatán, es mucho peor porque a todo lo anterior se unen incómodas conversaciones banales. El tópico "parece que mañana va a llover", no lo es; pasa, y mucho, en los ascensores. Incluso, los hay del género preguntón "¿qué estudias? ¿cómo están tus abuelos?..." pero en cuanto salen del ascensor, lo olvidan.
Y si esto es una tortura para la mayoría, imaginaos para mí, que adoro subir y bajar sola en ascensor: me miro los poros, pongo caras, canto la música que voy escuchando, me examino los dientes... No sabéis las desilusiones que me llevo cuando tengo que compartir ascensor.
Por esto, si veis a una pelirroja entrar en el portal e ir corriendo como una loca hacia el ascensor, dadle el capricho y dejadla ir sola, que bastante tiene con lo suyo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejej yo también huyo cuando veo acercarse a algun vecino y mi ascensor ya ha llegado jajaj.

Venía para devolverte la visita a mi blog, pero me ha gustado lo que me he encontrado. Me quedo, te sigo.

Un saludo!

Yo dijo...

yo cuando subo con alguien en el ascensor soy muy antipática, solo digo hola y adiós, que mal debo caerle a mis vecinos, jeje, pero eso no me quita el sueño.

un saludo

madroca dijo...

has logrado una sonrisa que iba aumentando con la lectura del texto, ya que creo que es un sentimiento compartido por muchos. La culpa, de los ingenieros, hicieran ascensores de 20 metros cuadrados jajajaja cada uno iríamos a nuestra bola.
Un saludo, me ha gustado tu blog,

http://destellosdelunayviento.blogspot.com/

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