lunes, 8 de febrero de 2010

La imagen completa

El punto blanco de ese cuadro la tenía preocupada. Siempre se acercaba a examinarlo, a intentar descubrir qué era. ¿Acaso era suciedad acumulada con los años? ¿Quizá una gota que cayó del pincel del artista en su momento? ¿O ese punto estaba ahí de forma premeditada? Examinaba el punto del cuadro y pensaba en él cada día.
Hasta que una vez se le ocurrió que, quizá, si se alejara un poco podría tener un poco más de perspectiva. Quizá si se alejaba, podría ubicar el punto y descubrir qué pasaba con el cuadro. Así que se alejó del cuadro unos pasos y, cuando se dio la vuelta, lo comprendió todo. Nunca había visto el cuadro, nunca lo había mirado de verdad. El punto, era insignificante comparado con la belleza del cuadro, con la historia que contenía, con la emoción que suscitaba...
Descubrió que en su obsesión por aquel punto, se había perdido lo único que realmente importaba, la imagen completa.

4 comentarios:

madroca dijo...

Impresionante, lo has bordado, me encanta esa percepción de que por buscar en ese punto durante tanto tiempo haya dejado de ver la belleza de la imagen completa.
Chapeau,,,

Anónimo dijo...

Muy buena metáfora Limmniade, a veces nos empeñamos tanto en fijarnos en los pequeños defectos...

Muy buena entrada, saludos!

Yo dijo...

Eso debe ser lo que me pasa a mi, que sólo veo el punto y no veo lo que está alrededor, tomaré en cuenta tu pots la próxima vez.

un saludito

Limniade dijo...

Nunca es tarde para darse cuenta, como he aprendido recientemente, de que lo importante es la la escena entera en su contexto y no esos minúsculos detalles, al menos si quieres ser feliz.
Muchas gracias por vuestros comentarios, me encantan y me animan mucho.
Un abrazo a todos.

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