viernes, 12 de febrero de 2010

Hasta el último

Nadaba y nadaba. Nadaba a pesar de que las algas se le habían enredado en las extremidades y apenas le permitían moverse, nadaba aunque le picaban las medusas, nadaba a pesar de que el oleaje la retrasaba a cada brazada, nada aunque sentía la boca seca y el cuerpo entumecido, nada aunque le picaran tanto los ojos que ya no veía hacia dónde... Nadaba a pesar de todo. Pasaba cada cierto tiempo cerca de un puerto seguro, pero la angustia de parar era mayor que la angustia de seguir nadando. Sabía cuál era la solución más fácil, la imagen aparecía en su cabeza de forma intermitente cada cinco segundos, pero algo en su interior hacía que la desterrase y siguiera adelante.
A cada momento oía una voz en su cabeza: "Nadar y nadar, para morir en la orilla".
- "Mejor morir que no haberlo intentado" - contestaba mentalmente.
- "¿Hasta tu último aliento?"
- "Hasta el último" - sentenciaba ella.

3 comentarios:

Yo dijo...

Uy esto me ha recordado a un chiste muy malo que me contaron un día: un pez le pregunta a otro. que haces? nada, y el otro contesta: pero nada, nada...

a que es malo, jaja.

besos

Limniade dijo...

jaja la verdad es que sí, pero es lo que tienen los chistes malos, que al final te sacan una sonrisa.
besos

Anónimo dijo...

Di que sí, hasta el último aliento!

Buen finde!

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