miércoles, 31 de marzo de 2010

A veces es mejor no hablar pero...

...si me sigo mordiendo la lengua, moriré envenenada.

miércoles, 24 de marzo de 2010

The irish luck

Tengo suerte de tenerte, de poder mirarte a los ojos, de despertar a tu lado.
Tengo suerte de que, entre todas las persona que hay en internet tú me encontraras.
Tengo suerte de saber perdonar porque es más lo que he ganado.
Tengo suerte de que mi padre se fuera porque eso me puso en el camino que he seguido para ser quien soy.
Tengo suerte de que mi madre fuera valiente y de haber podido aprender de ella.
Tengo suerte de tener a mis abuelos porque se aseguraron de que tuviera un techo, comida y cariño; de ellos aprendí a ser generosa.
Tengo suerte de haber conocido a mi tía porque me enseñó que la vida es breve y hay que vivirla al máximo, porque trascendió el significado de la palabra "luchar" y yo estuve allí para verlo, porque jamás tuve tanta complicidad con nadie.
Tengo suerte de tener a Nano, que, pase lo que pase, es capaz de arrancarme una sonrisa y sorprenderme.
Tengo suerte de haber tenido tantos y tan variados amigos porque cada uno me dio una valiosa lección y momentos irrepetibles.
Tengo suerte de haber entrado en razón en aquel momento, porque si no él me hubiese destrozado la vida.
Tengo suerte de haber tenido a alguien que me cuidara mientras me recomponía.
Tengo suerte de haber aprendido a tiempo que el orgullo y la dignidad son muy distintos.
Tengo suerte de haber podido leer tanto porque ahora tengo tanta imaginación que es casi imposible que me aburra.
Tengo suerte de haber tenido los medios para estudiar y así, no solo labrarme un buen futuro, sino crecer como persona.
Tengo suerte de haber vivido siempre entre dos mundos porque ahora encajo en cualquier parte.
Tengo suerte de que me hayan herido porque ahora comprendo la felicidad.
Tengo suerte por tantas cosas que necesitaría días para escribirlas todas...
Como dice mi abuela: "It´s the irish luck"

miércoles, 17 de marzo de 2010

Enemigo mortal en el baño

Con solo verla, me imagino que pudiera llegar a subírseme encima y me da un yuyu... (No hay palabra mejor para expresar asco, grima y... en fin lo que se siente cuando ves una cucaracha) Solo hay una cosa que de más yuyu que la cucaracha en sí: aplastarla. No he oído un sonido más desagradable (excepto el de los tenedores rallando un plato, de lo cual me quejaré en otro post). Me dan escalofríos de imaginarlo...
El caso es que ayer entré el baño, cerré la puerta y allí estaba, una enorme cucaracha negra (los pelos como escarpias tengo de recordarlo). Así que me puse a dar saltitos mientras emitía grititos. Lo malo, a parte de estar encerrada con una cucaracha (lo sé, bastaba con abrir la puerta, pero el pánico me hizo perder la razón), fue que mientras daba saltos tenía los ojos cerrados (como las avestruces, si no lo veo es que no está) por lo que me di en la rodilla con el lavabo. Así que me agaché para apretar la rodilla (lo que hacemos todos al darnos un golpe) pero entonces pensé que de ese modo la cucaracha estaba más cerca de mi cara, razón por la cual me levanté rápidamente y me golpeé con el bidé en el culo.
Por fin, cruzó por mi mente la idea de huir así que abrí la puerta muy rápido y salí. Pero no podía dejarla ahí, ¿o sí? Hice de tripas corazón, agarré una zapatilla, me mentalicé para volver a entrar y, por fin, entré. Tras 5 minutos de lucha... ¡ZAS! (zapatilla) ¡CRUNCH! (la cucaracha).
Yo, que soy una persona racional, fuerte y valiente me pongo a dar grititos y saltitos con solo ver una cucaracha. Me acabo de dar cuenta, ¡qué patético!

martes, 16 de marzo de 2010

Guerra

Comienza con una pequeña punzada, apenas perceptible. Tras eso, pensamientos borrosos, inconexos, cruzan tu mente de forma tan fugaz que apenas da tiempo a detenerlos de forma consciente. Entonces se forma la imagen en tu cabeza, una imagen nítida que se va desarrollando, cambiando. A medida que cambia, tus emociones se disparan. Tu mente se dispersa, pasa de una imagen a otra peor velozmente, o bien se recrea en los detalles (detalles que te minan uno por uno y aumentan tu ansiedad). Sientes que la sangre empieza a hervirte, el corazón se acelera, la mandíbula apretada, los músculos tensos (como preparados para recibir un golpe, sin saber que los golpes te los estás propiciando tú mismo). La ira, el dolor, la rabia... A estas alturas tus celos ya están fuera de control, ya han conquistado todo tu ser, han contaminado cada pensamiento y tergiversado cada emoción.
Solo existe una cosa que actúe como impermeable durante la tormenta de los celos: la confianza. Una vez esta se ha roto, deberás hacer un increíble esfuerzo mental y emocional para guerrear contra un enemigo tan sibilino como los celos. Y aun así, en esa guerra, perderás grandes batallas.

lunes, 15 de marzo de 2010

¿Y si se acaban las respuestas?

Seguro que alguna vez habéis jugado con un niño al "¿y por qué?". Es el juego más desesperante del planeta para un adulto y el más divertido para un niño.
Pero, ¿por qué nos desespera? Porque sabemos que, tarde o temprano, no sabremos la respuesta (o más concretamente, no sabremos qué responder). Vamos por el mundo confiados, con nuestra poderosa dialéctica, nuestros bastos conocimientos adquiridos tras años de aprendizaje incansable, nuestra inestimable experiencia obtenida tras años y años de vida y... Un niño es capaz de dejarnos sin habla, de dejarnos en pañales ante la aplastante realidad de que no lo sabemos todo.
Este juego es un recordatorio de todas esas veces que te preguntas "¿por qué?" a ti mismo y no hay respuesta.
El día que se me acabaron las respuestas, "porque sí" me pareció una justificación más que válida.

lunes, 8 de marzo de 2010

Tortura remunerada

He llegado a la conclusión de que la tortura en algunos casos es legal. No solo eso, sino que además está remunerada. Estoy segura de que antes de que terminéis de leer el post sabéis a quienes me refiero.
- Al empezar intentan cegarte con una intensa luz dirigida directamente a los ojos.
- Te clavan agujas metálicas repetidas veces.
- Todos los instrumentos que usan están afilados o tienen la capacidad de hacerte sangrar.
- Siempre, siempre, siempre te van a hacer daño. Lo único que varía es la intensidad del dolor.
- De igual el procedimiento, la factura final tendrá, al menos, dos ceros.

Efectivamente, es el dentista. Yo solo había ido un par de veces y como nunca había tenido nada de nada ("tu boca es como un rolls royce" - decía mi anterior dentista), nunca había sufrido en mis carnes lo que son los procedimientos dentales. Que conste que no soy ninguna quejica, he pasado por un par de operaciones sin problemas, pero lo que pasa en el dentista no es normal. No es solo el dolor, es la grima que se siente porque aun estando anestesiada notas todos sus movimientos, es tener la certeza de que estás sangrando a chorros porque estás saboreando tu propia sangre sin podre hacer nada, es el olor a hueso quemado... Y el final más amargo de todos: LA FACTURA. ¡Menos mal que solo era un curetaje! (que dicen que no es gran cosa en comparación con lo que te pueden hacer)
A partir de ahora voy a cuidar mi boca como si fuera mi tesoro más preciado, a mí no vuelven a cobrarme por torturarme durante una hora.

martes, 2 de marzo de 2010

Feliz cumpleaños

Mamá,
Tú eres el suelo bajo mis pies, eres la que me sostiene y no permite que caiga. Me has enseñado gran parte de lo que sé y me has dado alas para que lo que no podías enseñarme, lo aprendiera por mí misma. Siempre has estado ahí apoyándome en mis decisiones pero haciéndome saber que si quería dar un paso atrás estarías tras de mí, cubriéndome las espaldas. Nunca importaron los errores que cometiera, siempre estuviste para dar la cara por mí. Me enseñaste la diferencia entre lo bueno y lo malo y me permitiste elegir qué parte debía potenciar. Me criaste dándome libertad, siempre dejándome elegir, siempre mostrando confianza, y gracias a ello aprendí lo que es la responsabilidad. Hiciste que desarrollara una conciencia sin necesidad de recurrir al castigo. Eres la prueba de que madre no es incompatible con amiga. Aprendí que para obtener la confianza de alguien, primero hay que confiar en esa persona. Fomentaste mi independencia para que no me viera nunca desamparada. Me hiciste ver que hace falta valor y fortaleza para mantener el corazón abierto tras los golpes, mucho más que para acorazarlo. Me hiciste comprender que, si me hacen daño, debo dejar ir a las personas que más quiero porque quererse a uno mismo es más importante.
Tú me enseñaste, para que ahora yo pueda aprender de mí misma. Por eso te doy las gracias y te deseo un cumpleaños maravilloso, uno más de los muchos que pasaremos juntas.
Te quiero.

Insomnio

- 00:00: ya es tarde, debo ir a dormir pero no tengo sueño. Me pongo Anatomía de Grey para ver si así me entra la modorra.
- 2:00: estoy harta de Anatomía de Grey, es más, estoy harta de mirar la pantalla. Todavía no tengo sueño... Creo que voy a leer, a ver si se me cansa la vista y con eso consigo algo. En 5 horas debo levantarme, ¡TENGO que dormir!
- 3:30: me duelen los ojos, quiero arrancármelos, pero no tengo sueño. Empiezo a entrar en estado de ansiedad causada por la obsesión con la necesidad de dormir. Sigo con la cuenta atrás hasta que suene el despertador (lo que definitivamente no ayuda) Me meto en la cama para ver si el mero hecho de estar tumbada me induce el sueño.
- 4:45: 50 vueltas en la cama más tarde, no tengo sueño y encima me está entrando calor de tanto moverme. Me agobio. Intento imaginarme en una playa, el sonido del mar... ¿Eso es la tele? Mierda. Mi abuela tiene la tele tan alta que es imposible viajar mentalmente a la playa, como mucho puedo viajar a un tablao flamenco (lo que no es muy relajante). Tengo ganas de hacer pis pero si me levanto me voy a desvelar más aun...
- 5:00: no aguanto más, me voy al baño. Vuelvo a la cama. Ojos como platos. Me levanto en 2 horas. ¡Morfeo ven y llévame en tus oníricos brazos! No, rezar a dioses paganos tampoco funciona... Me pongo el mp3, por lo menos así tengo insomnio con hilo musical (siempre ha habido clases...)
- En algún punto entre las 5:15 y las 7:00: se me cierran los ojos. Me duermo. (¡Aleluya!).
- 7:00: despertador. No.No.No... Si me pierdo las 2 primeras horas tampoco pasa nada. Cambio la hora del despertador. Vuelvo a la cama.
- 7:15: estoy despierta.
- 7:30: sigo despierta.
- 7:35: quizá debería levantarme para ir a clase, ya que estoy aquí tirada en la cama... No, estoy demasiado cansada.
- 9:00: me rindo, me voy a clase.