Comienza con una pequeña punzada, apenas perceptible. Tras eso, pensamientos borrosos, inconexos, cruzan tu mente de forma tan fugaz que apenas da tiempo a detenerlos de forma consciente. Entonces se forma la imagen en tu cabeza, una imagen nítida que se va desarrollando, cambiando. A medida que cambia, tus emociones se disparan. Tu mente se dispersa, pasa de una imagen a otra peor velozmente, o bien se recrea en los detalles (detalles que te minan uno por uno y aumentan tu ansiedad). Sientes que la sangre empieza a hervirte, el corazón se acelera, la mandíbula apretada, los músculos tensos (como preparados para recibir un golpe, sin saber que los golpes te los estás propiciando tú mismo). La ira, el dolor, la rabia... A estas alturas tus celos ya están fuera de control, ya han conquistado todo tu ser, han contaminado cada pensamiento y tergiversado cada emoción.
Solo existe una cosa que actúe como impermeable durante la tormenta de los celos: la confianza. Una vez esta se ha roto, deberás hacer un increíble esfuerzo mental y emocional para guerrear contra un enemigo tan sibilino como los celos. Y aun así, en esa guerra, perderás grandes batallas.
Tribal Arm And Shoulder Tattoo
Hace 12 años
10 comentarios:
Ay! esos celos que a veces no llevan por el mal camino!
un besito
Uf! Como pierdas la confianza, has perdido la guerra!
Yo: ya ves, por el peor de los caminos... Menos mal que vienen y van!! Y que con pensamiento positivo los destierras...jeje
besos
Su tienes toda la razón, cuando la confianza se va por la ventana todo lo demás va detrás.
Un beso
Los celos son unos de los causantes de la conversión de una vida feliz en una tortura medieval.
Animo Lim
Ayyy los celos! Tan difíciles de dominar, sólo nos queda alimentar nuestra confianza como bien dices.
Saludos.
Que dificil enemigo son los celos, sibilines, traicioneros, juegan con la ventaja de saber tus debilidades y se presentan a emboscadas.
Madroca, los celos son los perfectos estrategas... jajaja Son como la guerrilla, viene te agota y se va, y así sucesivamente.
Kobal la verdad es que te amargan la existencia. Menos mal que yo no soy celosa como tal, solo me dan ataques de vez en cuando... La gente que de verdad es celosa, no sé cómo se aguanta a sí misma....jejje
Jauroles pues no queda otra, ¿no? Porque o alimentamos la confianza o no hay nada que hacer.
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