viernes, 22 de enero de 2010

Mentir

ODIO la gente que dice que odia la mentira. Personalmente, me parece una de las formas más flagrantes de hipocresía.
Todos mentimos y quien diga que no, miente. Me atrevería a decir que mentir es adaptativo. Claro, es como todo, hay que hacerlo en su justa medida si no, probablemente se volverá en tu contra o podría volverse patológico.
Mintiendo puedes conseguir trabajo (otra cosa es cuánto te dure si te pasas de mentiroso), conservar amigas (sí, dile a tu mejor amiga que no solo es fea, sino que tiene el culo del tamaño de África), ligar (los hombres ya sabéis de qué hablo... (es broma)), aprobar exámenes (digan lo que digan copiar es mentir)... Las posibilidades son infinitas.
¿Y qué decir del autoengaño? Poder negarte la realidad a ti mismo o, incluso, reprimirla durante años. Es un mecanismo psicológico de supervivencia básico que nos permite seguir adelante (¡qué maravillosa es la mente humana!). Vale que tiene efectos secundarios pero, al menos, te proporciona tiempo hasta que puedas afrontar la verdad.
No creo que nadie odie la mentira, en todo caso se pueden odiar determinados tipos de mentira o que te mientan.

0 comentarios:

Publicar un comentario