lunes, 28 de diciembre de 2009

Paga la buena intención

Pues aquí me presento una vez más y enferma para no variar. Quizá lo que escriba no tenga mucho sentido pero es lo que ocurre cuando tienes 39 de fiebre, que deliras un pelín. Parece ser que mi sistema inmune y yo estamos en plena guerra fría, será que no lo he mimado lo suficiente con actimeles y vitamina C a raudales.
Resulta que tengo la 6ª gripe (más o menos) desde septiembre y, como esto no es suficiente, se me ha mezclado con un maravilloso virus estomacal que me pegó mi novio el sábado. Porque claro, si mis anticuerpos son tan moñas que no pueden contra una gripe ligeramente mutada, no digamos como para exterminar 2 virus distintos...
Parece ser que es muy divertido verme moquear, con fiebre, ir al baño cada 10 min, estornudar (lo que provoca una intensificación de mi dolor abdominal), toser (que me hace querer arrancarme el estómago) y no comer (porque es obvio donde acaba toda la comida que ingiero). Ah! Y todo eso con un impresionante mono de tabaco... Porque dicho vicio me irrita la garganta y me suelta la tripa.
Mis L, Casei e Inmunitas deben de estar tomándose otro año sabático más, quizá haciendo una observación científica: cuánto aguanta un cuerpo antes de que ellos tengan que intervenir.
Todo esto viene porque el sábado cuidé a mi novio cuando se puso enfermo de un virus estomacal, obviamente no fui muy inteligente. Con el historial de mi sistema inmune debí salir corriendo en dirección opuesta, pero verlo ahí tan mono y malito hizo que mi primer instinto fuera quedarme cuidándole. En fin, como ya he dicho AHORA PAGA LA BUENA INTENCIÓN.

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