miércoles, 23 de diciembre de 2009

La teoría del pañuelo mundial

Ayer salí a tomar unas cervezas con unas amigas a un pub irlandés. Entre unas cosas y otras, acabamos hablando de historias sexuales graciosas que causaban que estuviéramos muriéndonos de la risa y dando enérgicos golpes a la mesa. Entonces recordé que Ainhoa no había oído nunca la historia de cómo desvirgué (perdonadme la expresión) a mi ex N. (lo llamaré así por respeto), que es algo así como una de las historias sexuales más divertidas que os podáis imaginar. Solo diré que en esa historia estuvieron implicados elementos como slips de Goofy, el chico probando el preservativo de plátano para ver a qué sabía, un moco que me desconcentraba sin remedio... Y seguiría pero me parece que con eso os podéis hacer una idea.
Total, que ahí estábamos todas haciendo bromas sobre la historia, rojas de la risa, cuando me giro y... ¿a quién veo pasando justo a mi lado? ¡A N.! Fue totalmente surrealista. Grité su nombre para que se acercara, mientras nos dábamos codazos entre risas las unas a las otras (somos unas arpías pero...) Cuando se acercó, lo único que pude decir fue "justamente estaba contándoles a mis amigas una anécdota sobre ti" y rompí a reír a carcajadas. Al final, pude serenarme lo suficiente como para hablar con él, preguntarle por su vida y esas cosas pero mis amigas seguían susurrando y riendo por detrás (son malvadas pero yo las quiero). De hecho Ainhoa tenía lágrimas en los ojos de contener la risa.
El resto de la noche fue un batiburrillo de chistes al respecto.
Yo no puede evitar pensar que esa noche y de forma definitiva se había validado la "Teoría del pañuelo mundial". Así que ya, sin temor, puedo sembrar el axioma y decir: EL MUNDO ES UN PAÑUELO, JODER!!

0 comentarios:

Publicar un comentario