viernes, 14 de septiembre de 2012

La gordura, que desespera

La personas gorditas estamos desesperadas, da pena, pero es cierto. Estamos como locos por pasar a formar parte de las personas delgadas, aunque signifique pegarse con la genética y la propia naturaleza del buen comer. En mi caso, por ejemplo, no sólo tengo hipotiroidismo (que me predispone a ser una morsa marina), sino que encima toda mi familia se sitúa en un continuo entre la robustez y la obesidad mórbida. Además, me encanta comer, lo disfruto más que pocas cosas en el mundo. Pero, aun así, estoy dispuesta a matarme de hambre para conseguir y mantener un cuerpo que no se supone que debería tener. Y todo por culpa de esta sociedad que nos dice qué es hermoso y nos exhibe jóvenes delgadas como paradigma de la belleza, presionándonos así, bla bla bla... Obviamente, este discurso lo escribió un gordo (aunque también existe adaptado para otros complejos como la edad o ser feo).Oye, que no digo que no sea cierto, que la presión social existe desde que el mundo es mundo y se inventaron las drogas; pero esto se le ocurrió a un gordo, y ha ido expandiéndose porque nos da al resto una justificación, una defensa. ¿Que por qué necesitamos defensa? Porque estar gordo está mal visto, sobre todo si eres mujer. ¡Dios no quiera que tengas más de una talla 42! Te echan de las tiendas, no literalmente, pero sí de una forma muy eficaz: no hay ropa que te quepa. Así, si tienes más de una 42 (y a veces incluso la 42) y encima eres una persona joven, olvídate de Mango, Zara, Lefties, etc. Por esto, los gordos estamos desesperados por estar delgados y ser como deberíamos ser. Estamos tan desesperados que aparece una dieta que te dice que lo único que puedes comer son proteínas y alguna verdurilla por ahí (nada de fruta o un poco de pan o algo de arroz integral), y la seguimos (yo incluida). A pesar de las náuseas y los dolores de cabeza y musculares, el mal humor, la sequedad de boca, el cansancio crónico... Aunque sientas que te mueres la sigues, porque funciona. Ojo, funciona no por las proteínas, sino porque pasas de consumir 2.000 calorías (o las que fueran, que por algo estás gordo) a consumir, como mucho, 600 calorías. Pero esto no es suficiente, a los gordos hay que sacarles el dinero, que es muy fácil. Para ello, existen un montón de tratamientos que te juran que bajarás 2 tallas de golpe por un "módico" precio. ¿Que luego eso no ocurre? Es que no te has leído la letra pequeña que dice que los resultados pueden ser variables dependiendo de cada persona. De hecho, ayer me hice una criolopólisis (que consiste en congelarte la grasa localizada para que la elimines). Dicen que en 2 semanas empezaré a notar los resultados, aunque me garantizan que se ven mejor si se hace dieta. No me imagino cuál puede ser la razón para ello...